Ola: Las olas del mar son ondas sísmicas (es decir,
movimiento de un medio material) de las llamadas superficiales, que son
aquellas que se propagan por la interfaz, entre dos medios materiales. En este
caso se trata del límite entre la atmósfera y el océano.
Las olas son ondas que se desplazan por la superficie de mares, océanos, ríos, lagos, canales, etc.
Las olas son ondas que se desplazan por la superficie de mares, océanos, ríos, lagos, canales, etc.
El oleaje es un
término que se aplica al movimiento continuo de las olas de viento y de marea.
El viento es responsable de la generación del oleaje que se desplaza sobre la
superficie del agua y que juega un rol muy importante en la modificación de la
línea costera.
Tipos de Oleaje
El tipo de oleaje
se puede establecer atendiendo a tres características:
a) Según la energía de generación u origen
(Carter, 1991)
Olas marinas o de viento: Están sometidas a la influencia directa del
viento que las produce, pudiendo llegar a anularse o reforzarse. Su morfología
muestra crestas puntiagudas y surcos redondeados que forman rizaduras
superpuestas. Según la velocidad del viento y las características de cada masa
ácuea, presentan dimensiones que varían desde un oleaje con escasa magnitud
(mar rizada o picada, de 0 a 0'25 m de altura) a mar gruesa y muy gruesa (de
2'5 a 6 m de altura).
De fondo o swell: Olas que no están bajo la influencia directa del viento, a causa del cese de este, que pueden desplazarse decenas, o incluso centenas de kilómetros desde su zona de origen y según la dirección del viento sin ser mantenidas por éste. Son ondulaciones sinusoidales con gran simetría y circularidad: crestas y senos redondeados, altura y espaciado uniformes. Suele ser un oleaje en proceso de decaimiento o dispersión.
De temporal: Tiene el mismo origen que las 'olas
marinas', pero son transportadas y mantenidas por el viento de una zona tormentosa.
La energía y rapidez del avance en los trenes de olas sobre los rompientes,
interrumpe transitoriamente el flujo de retorno provocando una 'apilamiento'
del agua y una 'invasión' de zonas más alejadas tierra dentro. Puede llegar a
ser un oleaje muy destructivo, máxime si a los efectos del temporal se suman
otros como mareas de tormenta (tide storms) u ondulaciones debidas a
diferencias en las presiones atmosféricas (surge storms). Son olas con longitud
de onda y periodo largos, de gran altura: desde arboladas (6 a 9m) a enormes
(mayores de 14m).
Tsunamis: Oleaje asociado a la actividad submarina (tectónica, volcánica,
deslizamiento), que desplaza masas de agua a gran profundidad y origina olas en
superficie con amplitud pequeña (alrededor de 1 m) y gran longitud de onda (50
a 200 Km); pueden transportarse a largas distancias (centenas de Km) y
velocidades (hasta 800 km./h). En alta mar apenas es perceptible, sin embargo,
al llegar a la costa sufre una notable transformación: cuando disminuye la profundidad,
esa energía acumulada debe concentrarse en un volumen de agua mucho menor, lo
cual implica mayor altura, pasando de 60-100 cm a 15-30m. Son olas muy
destructivas.
b) Según su frecuencia (Munk, 1951)
Olas capilares: Se deben al roce entre láminas de aire
y agua en la misma fuente del viento; están controladas por la tensión
superficial del líquido. Son pequeñas rizaduras con morfología en V, cuya
longitud de onda es inferior a 1'73cm y su altura aproximada unos milímetros.
Olas de gravedad: Olas generadas por la transferencia de
energía desde el viento al agua y controladas por la masa movilizada. Su
longitud de onda es superior a 1'73 cm. Incluyen a las olas marinas, de swell y
traslación o surf.
Olas infra gravitatorias: Formadas mediante interacción entre
olas. Tienen amplitud baja y periodos largos.
Olas de periodo largo: Producidas por movimientos periódicos
de baja frecuencia (mareas) y eventos sin periodicidad (tsunamis y tormentas).
c) Según sus propiedades hidrodinámicas
Considera la transferencia
energética desde la oscilación al desplazamiento o translación, con la
consiguiente re movilización de material (Galvin, 1968). A veces lo denominan
oleaje de translación, rompiente, surf, etc., y puede ser:
De derrame (spilling): Movimiento progresivo de atenuación en una
onda y paso a la traslación; llegan a presentar rupturas encadenadas.
De vuelco (plunging): Adelanto en cada cresta respecto a su
base, perdida de sustentación y enroque, ocasionando un vacío o 'voluta', con
desintegración posterior y fuertes turbulencias.
Ondulada (surging): Formación de una cresa que no llega al
'vuelco' y se diluye, al tiempo que es adelantada por su base en avance hacia
la zona de batida.
De colapso (collapsing): Caso mixto entre vuelco y ondulada.
Efectos
El efecto de las
olas sobre las playas es distinto ya que pueden tener efecto constructivo o
destructivo:
Efecto constructivo: cuando las olas son pequeñas y de poco
periodo (olas de verano, generalmente) las olas tienden a mover poco sedimento,
sobre todo muy cerca de la orilla, tendiendo a acumular la arena en la parte
alta de la playa, formando la 'playa seca'.
Efecto destructivo: las olas altas, de periodos largos,
con gran longitud de onda, pueden mover el sedimento más profundo, y provocan
una importante corriente de fondo hacia el mar, que progresivamente va
erosionando la playa seca.
Escala de medición
En la práctica se
usan 2 escalas para medir la intensidad de las olas:
La Escala
Douglas es una escala que clasifica los diferentes estados del mar en 10
grados tomando como referencia el tamaño de las olas.
La Escala de
Beaufort es una medida empírica para la intensidad del viento, basada
principalmente en el estado del mar, de sus olas y la fuerza del viento.
Alteraciones
Las olas son
procesos muy complejos, que sufren grandes transformaciones en su movimiento
hacia la costa, tanto en la altura de ola, como en la longitud de onda, como en
la velocidad de propagación, así como en el movimiento del agua al paso de una
ola (círculos, elipses, segmentos, corrientes) y también respecto a su propia
forma, llegando incluso a romper, por efecto del fondo.
Cuando la ola
rompe, el agua se desplaza, por encima del nivel medio del mar, hacia la costa,
y como evidentemente no se acumula en la costa vuelve, en forma de corriente,
por debajo del nivel de la propia ola, formando lo que comúnmente se conoce
como resaca (undertow).
Las olas, lo mismo
que otros procesos semejantes, están sujetas a fenómenos
de reflexión, refracción y difracción. La refracción
depende de diferencias en la velocidad de propagación entre diferentes medios,
y se observa cuando las penetran en aguas menos profundas, donde se ven
frenadas.
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